Miyazaki adapta la conocida historia de los Borrowers en una película encantadora y de fácil acceso para los niños. Con guión y producción del maestro Miyazaki, llega a España con el proverbial año de retraso esta adaptación de la saga de cuentos de la inglesa Mary Norton, The Borrowers, que ya fue llevada al cine y a la TV con poca fortuna. Las cinco novelas se publicaron entre 1952 y 1982. Con una animación fascinante, el estudio Ghibli afronta una historia conocida con una espectacular puesta en escena y un tratamiento muy del estilo de Miyazaki, con viaje de heroína que llega a un mundo desconocido para encontrase a sí misma y descubrir el sentido de su vida, sintiendo en su interior la llegada del primer amor. Fila Siete.
En Koganei, al Oeste de Tokio, bajo el suelo de una mansión campestre, habita felizmente una familia de “incursores”, diminutos seres, de apenas diez centímetros, que toman prestados sus alimentos básicos a los seres humanos, procurando no ser vistos por ellos. Su tranquila existencia se complica cuando Arrietty, una audaz y curiosa “incursora” adolescente, es vista accidentalmente por Shō, un niño que se acaba de trasladar a la casa debido a su frágil salud. Al guión le falta quizás un punto más de enjundia dramática. De todas formas, sus mensajes son muy enriquecedores y mantiene unos niveles estéticos sobresalientes. JJ Martín (Cope).
El film supone el brillante debut como realizador de Hiromasa Yonebayashi, que se posiciona como un digno sucesor de Miyazaki, y que hasta el momento ha ejercido como animador en películas suyas como El castillo ambulante y Ponyo en el acantilado. Tanto el guión -en torno a la necesidad de afecto familiar- como las animaciones son de gran calidad pero sobre todo está muy cuidada la descripción de unos personajes tan llenos de humanidad que encandilarán al público. También es digna de mención la sorprendente música. DeCine21.