11 de marzo de 2013

PADRES FUERTES, HIJAS FELICES. Meg Meeker. Educación. Ciudadela Libros.

Es el título de un libro escrito por la doctora estadounidense Meg Meeker (Ciudadela libros 2012, 246 páginas). La autora se dirige en todo momento a los padres aunque –personalmente- lo encuentro igualmente interesante para las madres.

El estilo del libro es divulgativo y de fácil lectura. No recuerdo signos de exclamación en el texto, sin embargo, se emplea un estilo muy directo: “Protégela y defiéndala”, “Mantenga unida a su familia”, “Luche por su cuerpo” (se refiere a las hijas)… En todo caso, en ningún momento, Meg Meeker abandona su mentalidad de médico. Argumenta desde su experiencia con adolescentes y con datos y estadísticas muy reveladoras. La amenidad de cada capítulo se refuerza con muchos casos reales que ha atendido en su consulta. 

Sin duda, el libro resulta útil. Describe de forma realista las dificultades que se encuentra cualquier joven – amenazas más graves de lo que en principio se podría suponer-: problemas con las drogas, el alcoholismo, las enfermedades venéreas, los trastornos psicológicos (bulimias, anorexias, depresiones…), el fracaso escolar, los abusos o violaciones…dificultades para vivir con autoestima o con respeto por uno mismo. 

Una vez expuestos los peligros para que nuestras hijas sean felices, la doctora Meeker va defendiendo sus recetas. Todas llevan como ingrediente el amor: los padres incondicionalmente -pase lo que pase, que pueden suceder muchas cosas- deben permanecer en el amor a sus hijas. Para ello, se necesita fortaleza. Querer de verdad es querer la verdad para las hijas; por tanto, se necesitan firmeza y constancia para buscar el bien -aun en las dificultades-, la fortaleza ayuda a resistir la tentación de despreocuparnos y nos reafirma en la resolución para superar los obstáculos. 

¿Cabe esperar que un padre pueda realizar este trabajo con su hija o hijas? La respuesta de Meeker no puede ser más optimista: sí. Contra toda esperanza, según la tesis de esta médico americana, los padres pueden influir más que cualquier persona o institución en sus hijas. Para una hija es más importante el testimonio de un padre, que lo que aprende en el colegio, que lo que le cuentan sus amigos o los medios de comunicación. Esta tarea inmensa, según esta médico, se puede emprender mejor contando con Dios. 

El libro interesará a los padres. E, incluso, es novedoso en muchos puntos. Quizás, Meeker y las familias estadounidenses que ha tratado en su consulta resulten asombrosamente parecidas a nosotros, los españoles, y radicalmente distintos a la imagen que suele ofrecer el cine o la televisión de la sociedad americana. Supongo que el cine español –tanto el antiguo como el actual- tampoco refleja del todo la realidad de las familias de España. En definitiva, “Padres fuertes, hijas felices” es un libro realista, exigente que afronta con esperanza temas universales que nos afectan a todos. Pedro Seco Varón.


MEG MEEKER ha ejercido durante veinte años como pediatra y consejera familiar con padres y jóvenes adolescentes. Graduada por el Holyoke College de Massachussets y por la Universidad de Cincinnati, la doctora Meeker es una popular conferenciante en Estados Unidos, donde regularmente es invitada a programas de radio y televisión para abordar estas cuestiones. Asimismo, es miembro del American Academy of Pediatrics y de la Nacional Advisory Board of The Medical Institute.

La doctora Meeker demuestra que un factor determinante para que las jóvenes se conviertan en mujeres seguras y equilibradas es un padre fuerte que ejerza su papel con amor, cariño y confianza. Padres fuertes, hijas felices revela:

Hasta qué punto los consejos y el testimonio vital de los padres influye en vida de las hijas. Desde el uso de drogas, alcohol y tabaco a la autoestima, el equilibrio emocional, o al modo de relacionarse con los chicos. 

Por qué las chicas dependen del cariño y de la compañía de sus padres, incluso más allá de sus años universitarios. 

La receta para el desastre: la idea de que las chicas “necesitan cometer sus propios errores y aciertos”. 

Cómo comunicarse con su hija, y cómo no hacerlo. 

En una época en la que cada vez se insiste más en “difuminar” la distinción natural entre el papel del padre y de la madre, en que da igual si la familia está compuesta por dos padres o dos madres, o si es monoparental, este libro demuestra que el rol de padre es bastante más influyente de lo que muchos hombres imaginan. Además de la relación maternal, las hijas necesitan del apoyo que sólo un padre puede dar, y si los padres están dispuestos a seguir los consejos de la doctora Meeker sobre cómo educar a sus hijas, su recompensa será excepcional. Ciudadeladelibros.

1 comentarios :

Helena dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con la opinión del autor de este artículo pues la doctora Meeker reafirma con casos concretos, el papel que juegan papá u mamá ( hombre- mujer) en el sano y feliz desarrollo de nuestros hijos

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