La Sra. Miniver no dirige un combate aéreo ni una batalla por mar, pero nos muestra su esfuerzo y el de la población británica por sobrevivir a los bombardeos alemanes. Churchill comentó que la Sra. Miniver ayudó más a Gran Bretaña y fue más vital para la nación que una flota de destructores. ¿Exageraciones de Mr. Churchill? Quizás, pero de lo que no nos cabe la más mínima duda, es de estar ante una de las películas más emotivas de la historia del cine y que la lista de valores que transmite la señora Miniver -sostén de la familia y de su hogar- sería interminable: abnegación, caridad, amabilidad, fortaleza, comprensión, solidaridad, generosidad... La película tiene la virtud de conjugar drama con humor, y ofrecía detalles prácticos para la población de entonces, como la del modo de actuar en caso de bombardeo, y el modo de sobrellevar con garbo las penalidades de la guerra.
Ganadora de seis Oscars de la Academia, incluido el de mejor película, se convirtió en uno de los films míticos de los años cuarenta y consiguió levantar la moral del pueblo inglés mientras se enfrentaba al terror de la 2ª Guerra Mundial. Greer Carson, actriz británica recién llegada a Hollywood, obtuvo el Oscar a la Mejor Actriz por su papel protagonista de Kay Miniver, una mujer de espíritu inquebrantable que mantiene el tipo en todo momento y, cuya generosidad, empuja a los demás a dar lo mejor de sí mismos. Mientras Hitler sembraba destrucción, odio y sufrimiento, Miniver era capaz de aunar voluntades en pos del bien común.
América estaba en guerra y los Oscar de ese año fueron una especie de "hermanación" entre las fuerzas armadas y el mundo del cine. La contienda bélica estuvo presente en todo momento pero, al margen de ello, un caso curioso fue el de la actriz Teresa Wright, que fue nominada en dos categorías: como Mejor Actriz Principal por El orgullo de los yankis, y como Mejor Secundaria, por la Sra. Miniver; haciéndose finalmente con la segunda.
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