2 de octubre de 2010

ALGO PARA RECORDAR (1993). Nora Ephron


Tom Hanks interpreta a Sam Baldwin, un joven arquitecto viudo y padre de un niño de ocho años, que vive sumido en la melancolía desde la muerte de su esposa. Estuvieron muy enamorados y no cree posible volver a sentir y vivir algo semejante. Los recuerdos lo torturan demasiado, así que deja su trabajo en Chicago y se marcha con el pequeño Jonah a Seattle. Busca un nuevo escenario en el que olvidar resulte más fácil. Sin embargo, gracias a las artimañas de su hijo, se convierte en el invitado estrella de un programa de llamadas telefónicas en la radio. Su éxito es inmediato entre las oyentes femeninas, quienes invaden su hogar en Seattle con un aluvión de cartas de consuelo y de algo más. Paralelamente, impactada por la historia de Sam, la periodista Annie Reed (Meg Ryan) se obsesiona con el tema y se empecina en que debe conocerlo antes de casarse con Walter; sólo así estará segura de que da el paso correcto. No obstante, tres obstáculos se interponen: su prometido Walter (Bill Pullman), el mismísimo Sam que no sabe (aún) que ambos están hechos el uno para el otro, y la enorme distancia entre Baltimore y Seattle.


Película para románticos empedernidos. Los agoreros dirán que la historia resulta bastante increíble y blanda, ¿pero eso importa realmente? ¿Acaso son historias verosímiles El Señor de los anillos o Avatar? Y sin embargo nadie las cuestiona... En una película romántica lo que cuenta es que el amor sea auténticamente retratado y salga victorioso de los embates de sus peores enemigos: el escepticismo, el egoísmo y el individualismo pesimista que, ahora más que nunca, intenta ahogar la mecha de una entrega generosa. Para disfrutar con una película como esta hay tener una mirada abierta y esperanzada, convencida de que la vida sin amor es estéril y vacía; algo parecido a los días lluviosos y grises en los que transcurre la vida de Sam en Seatle.

La película está dirigida por Nora Ephron, que repitió cinco años más tarde con Tom Hanks y Meg Ryan en Tienes un e-mail, otra bonita historia romántica, y que el año pasado cosechó cierto éxito con Julie y Julia (2009). Esta última protagonizada por Meryl Streep y Amy Adams, dos actrices de campanillas que han devuelto a la directora el brillo que parecía haber perdido.

La pareja protagonista borda sus papeles. Tanto es así que incluso Meg Ryan, que no es santo de la devoción de gran parte de la crítica, hace un excelente trabajo. La prueba de ello, es que resulta difícil imaginarse en el papel de Annie a otra actriz consagrada.

Todo es amable en Algo para recordar. Ningún personaje desentona especialmente. Es más, incluso parece dominar una actitud colectiva de comprensión, solidaridad y respeto hacia los demás. Los amigos son amigos de verdad, y la familia está para apoyar en los momentos difíciles.

Si los personajes muestran la cara más amable del ser humano, el entorno de la historia tiene particular atractivo: Chicago, Seattle, Nueva York, una casa junto al embarcadero, el Empire State o los bonitos adornos navideños. Todo, en suma, contribuye a redondear un film que no busca otra cosa que hacer pasar un buen rato al espectador. Hasta la música y las constantes referencias a Tu y yo, ayudan a mantener ese tono romántico tan conseguido.

Además, para los que no se conforman con el mero entretenimiento, la historia de Sam, Jonah y Annie, da pie a jugosas reflexiones sobre el valor del matrimonio, el amor auténtico, la familia, la amistad o el modo de afrontar la muerte de un ser querido. Para colmo al inquieto Jonah se le ocurre, vaya tontería, preguntarle a su padre si cree en el cielo...

No me resisto a transcribir el estribillo de la canción que suena mientras pasan los créditos finales: "Love is the answer. Someone to love is the answer. Make someone happy, make just once someone happy and you will be happy too."

Más información en decine21.com.

1 comentarios :

Anónimo dijo...

¡Que recuerdos de buenos tiempos!

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