El peligro que tiene un director como Kore-eda es que te mal acostumbra. Kiseki (Milagro) es otra maravilla, esta vez sobre la infancia, las ilusiones, la amistad sin condiciones. Después de Nadie sabe, Still walking y Air doll, el director nipón hace un retrato entrañable de dos hermanos que buscan el milagro de ver unidos a sus padres que se acaban de separar. Kiseki es una película de ésas que te dejan sin aliento, que tiene un humor universal, elegante, ingenioso. Ese cine que te hace mejor persona, que te presenta la vida como esa fuerza arrolladora de bondad... Y eso es muy difícil. Fila Siete. (4/5)
Hirokazu Kore-eda confirma su talento en esta película, galardonada con los premios al mejor guión y Signis en el Festival de San Sebastián 2011. Se trata de una tragicomedia sencilla y encantadora, narrada desde la inocente perspectiva de los niños protagonistas, pero que afronta con hondura las trágicas consecuencias del divorcio, sobre todo en los hijos, pero también en los cónyuges y abuelos. De todas formas, domina un tono divertido y optimista, que hace que las imaginativas andanzas de los chavales resulten muy entrañables, aunque alarga demasiado la trama... J. J. M. (Pantalla Grande). (7,5/10)
Sorprende la habilidad del director nipón para trabar una historia profundamente emocionante con unos elementos tan sencillos. Sabe pintar a la perfección personajes de tres generaciones, abuelos, padres e hijos, con sus virtudes y defectos, de un modo muy creíble. Destaca el desparpajo de los hermanos, uno más maduro e introspectivo, el otro hiperactivo y aparentemente despreocupado, pero al que también afecta la ruptura familiar. No podemos dejar de citar el emocionante momento en que un matrimonio de ancianos acoge a toda la pandilla de niños, una escena verdaderamente genial. DeCine21. (8/10)
Sorprende la habilidad del director nipón para trabar una historia profundamente emocionante con unos elementos tan sencillos. Sabe pintar a la perfección personajes de tres generaciones, abuelos, padres e hijos, con sus virtudes y defectos, de un modo muy creíble. Destaca el desparpajo de los hermanos, uno más maduro e introspectivo, el otro hiperactivo y aparentemente despreocupado, pero al que también afecta la ruptura familiar. No podemos dejar de citar el emocionante momento en que un matrimonio de ancianos acoge a toda la pandilla de niños, una escena verdaderamente genial. DeCine21. (8/10)
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