Henry, un colegial inglés, pasa sus vacaciones escolares con su tío, un afable caballero que vive en una pequeña ciudad flamenca. Los recuerdos de estas vacaciones constituyen el primero de los seis cuentos que forman este volumen: seis joyas cinceladas amorosamente por el autor de Un mundo feliz.
Mi tío Spencer es el primero de los relatos y el que da título al libro, pues ocupa más de la mitad de sus páginas. Retrata muy bien las impresiones que dejan en la memoria y en el corazón algunos acontecimientos de la infancia. Una mirada respetuosa y humana al pasado y a las personas que enriquecieron la vida del protagonista. El amor, el sentido de la vida y la sinrazón de la guerra se cuelan suavemente en la historia. Es tan aunténtico lo que se nos cuenta que muchas veces nos parece estar leyendo unas memorias.
El resto de historias no por menos cortas son menos interesantes. En ellas hay crítica social, melancolía, sueños, fracasos, alegría de vivir, generosidad y egoísmo, dolor y muerte. Calidad literaria sin complicaciones, que entretiene y hace pensar.
Da fin al libro El pequeño Arquímedes, una historia que deja literalmente pegado al sillón. Un bofetón directo a la estupidez humana. Recomiendo la lectura del artículo Mi tío Spencer (Lágrimas egoístas), donde el autor hace hincapié en la radiografía del egoísmo que representan las historias de este pequeño y gran volumen.
Aldous Huxley nace el 26 de julio de 1894 en Inglaterra, en el seno de una familia de gran tradición intelectual. Se educa en Eton. Conocido por sus novelas (Un mundo feliz, 1932; Contrapunto, 1928) y ensayos, publicó también relatos cortos, poesía, libros de viajes y guiones cinematográficos. Se le considera uno de los líderes del pensamiento moderno. En 1937 se mudó a los Estados Unidos, donde falleció el 22 de noviembre de 1963, el mismo día que C.S. Lewis y J.F. Kennedy.
Fuentes: Ediciones del Viento, Selección Literaria TROA
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