1987. Sevilla se prepara para centrar la atención del planeta durante la celebración de la Exposición Universal de 1992. Para limpiar de drogas el centro de la ciudad se crea una unidad especial: el “Grupo 7”. Notable demostración de que la industria nacional puede cultivar géneros con solvencia y calidad. Un thriller emocionante, vibrante, bien interpretado y fantásticamente presentado; un gran trabajo de Alberto Rodríguez, en definitiva. La Butaca. (7/10)
El sevillano Alberto Rodríguez rueda su quinta película, con la que se consolida como un interesante director, después de una trayectoria irregular. Ocho semanas de rodaje ha necesitado el equipo para recrear la Sevilla de los 80, mostrando los suburbios del mundo de las drogas y las preparaciones para la Exposición Universal. Con tono documental -hay insertos de secuencias reales- y una estructura lineal, el realizador relata una historia basada en hechos reales que, sin tener una especial originalidad, está bien narrada, con un ritmo vivaz. Hay violencia, y hay mucha acción, pero todo plasmado con equilibrio y contención. Fila Siete. (4/5)
Arranca con fuerza, pues Rodríguez filma con contundencia y dinamismo, con un estilo fresco, y además, se luce con la descripción del ambiente y con la espontaneidad de los actores, que parecen auténticos personajes marginales de la calle. Sin embargo, y aunque está sobre la media del cine español, acaba desinflándose un tanto, pues es incapaz de aportar algo de gracia a los tópicos del subgénero 'poli duro'. Y también porque aunque han tratado de buscar conflictos de interés, éstos tampoco acaban de atrapar al espectador. En definitiva, habría sido mejor si el guión hubiera tenido un poco más de garra. DeCine21. (5/10)
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