MISTERIOS DE LISBOA (2010). Raúl Ruiz. Drama. Jóvenes. ****. Estreno.

La columna vertebral de la historia la da la voz en off del huérfano Pedro da Silva, un adolescente que ignora quiénes son sus padres, y que cae enfermo en el internado que regenta el padre Dinis. La visita de una mujer de alcurnia va a desvelar parte del misterioso pasado de Pedro, sabremos de la madre del chico, casada con un conde, de los amores previos a ese matrimonio, de las andanzas de un advenedizo que ha hecho dinero en las Américas, de la época en que el padre Dinis fue soldado napoleónico, del pasado misterioso de un fraile... Decenas de historias folletinescas surgen aquí y allá, unas encierran a otras o se superponen, y todas contienen, en torno a numerosos personajes, una retahíla de secretos inconfesables, amores ardientes, pecados que necesitan ser purgados... Decine21 (Leer crítica).

Planteada como una miniserie de seis capítulos, Misterios de Lisboa fue una de las películas más aplaudidas y premiadas del último Festival de Cine de San Sebastián... El vestuario, la música, la dirección artística y la fotografía hacen de cada plano un cuadro minimalista en el que la cámara se mueve con la serenidad necesaria... Se presenta un siglo XIX creíble, en el que la culpa, la búsqueda de la verdad y la redención no se ridiculizan presentando clichés postmodernos. Fila Siete.

“Misterios de Lisboa” es una de las sorpresas más agradables de la temporada. Se trata de un larguísimo folletín de cuatro horas y veinte, pensado como miniserie televisiva y basado en la novela del escritor romántico portugués Camilo Castelo Branco... Lo mejor es el elegante y férreo guión, que refleja a la perfección la realidad de la época, sin los anacronismos habituales en este tipo de producciones. En concreto, sorprende la hondura dramática y moral de los conflictos que plantea, así como su elogioso retrato del papel espiritual y social de la Iglesia católica. JJ Marín, Cope.