En Harry Potter y la Orden del Fénix, Harry vuelve para su quinto año de estudios en Hogwarts y descubre que la mayor parte de la mágica comunidad niega el reciente encuentro del adolescente con el maligno Lord Voldemort, prefiriendo ignorar las noticias de que Voldemort ha regresado. Temiéndose que el venerable director de Hogwarts, Albus Dumbledore, esté mintiendo sobre el retorno de Voldemort para socavar su poder y quitarle su trabajo, el Ministro de Magia, Cornelius Fudge designa a una nueva profesora para Defensa contra las artes oscuras para mantener vigilado a Dumbledore y a los estudiantes de Hogwarts. Fila Siete.
La quinta película del mago adolescente es un producto eficaz. No posee una personalidad propia pero, a cambio, Yates ha sabido capturar la esencia: qué es lo que funciona, qué es lo prescindible. Hay un mayor interés por la historia y por la evolución dramática de los personajes, particularmente de Potter. Es verdad que quedan muchas cosas sin explicar y que entenderán solamente los seguidores de la saga literaria, pero a ellos va dirigida la película. El director es consciente de a quién no debe defraudar. TVF.
Tras la cuatro primeras entregas, un nuevo director -el inglés David Yates- toma el mando en la adaptación a la pantalla de esta quinta novela de J.K. Rowling. Yates ha seguido la estela de sus predecesores Mike Newell y Alfonso Cuarón, al imprimir un gran ritmo al film y dotarlo de una atmósfera muy oscura y tenebrosa. Destaca en este aspecto el espléndido y sobrecogedor comienzo en el parque despoblado y el posterior ataque de los dementores. Quizá pueden achacarse al guión algunos descuidos al dejar o sugerir cabos sueltos, y también que en torno al desenlace reine un poco la confusión. Decine21 (Crítica).