Sucedió en aquellos días que salió un edicto de César Augusto para que se empadronara todo el orbe... Y todos iban a empadronarse, cada cual a su ciudad. Lc 2, 1.3
"Lo que quedaba del día no era apenas nada, pero había dado tiempo a acoger en la posada a casi todos los viajeros que lo habían pedido; aunque a todo el mundo que lo pedía no se podía admitir, porque no era ésta una posada de lujo, pero tampoco iba a convertirse en cualquier cosa, y por ejemplo aquella pareja o matrimonio que había llegado por la noche, un poco antes de la madrugada, y continuaba allí, no había pasado a ocupar una habitación..."
José Jiménez Lozano nos regala estos relatos en torno a la ciudad de Belén, en tiempos del rey Herodes, allá en Palestina, en un rincón perdido y olvidado del Imperio Romano, cuando Jesús abre los ojos por primera vez a nuestro mundo y una serie de personajes se acercan a José, María y el Niño. Se trata de personajes inventados que permiten al autor, con absoluto respeto de la verdad histórica, novelar los acontecimientos centrales de la historia de la humanidad. Un libro delicioso, conmovedor y colmado de sensibilidad, que nos traslada a Belén en aquellos días venturosos y nos permite asistir a la primera Navidad. Hay que agradecer al autor la oportunidad que nos ofrece de mantener el alma despierta, evitando que por dejadez, superficialidad o indiferencia, demos lugar a que nuestro Dios pase de largo por encontrarla dormida y cerrada a cal y canto.
José Jiménez Lozano nació en Langa (Ávila) en 1930. Se licenció en Derecho en Valladolid, en Filosofía y Letras en Salamanca y en Periodismo en Madrid. Ha colaborado en el periódico decano de la prensa española, El Norte de Castilla, desde 1958 hasta su jubilación en 1995. Su trayectoria literaria fue justamente reconocida con el Premio Cervantes de las Letras en 2002.
Ediciones Encuentro (Madrid, 2007).
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