Un rico terrateniente, tras un reconocimiento médico que augura lo peor, reune a la familia para celebrar su cumpleaños. El encuentro hace que afloren toda una serie de tensiones acumuladas durante años. Viejas rencillas, agravios reales o imaginados, envidias y ambiciones, enturbian la reunión familiar y sacan a relucir los débiles fundamentos que la sustentan.
Valga esta reseña como pequeño homenaje a Paul Newman, principal protagonista de la historia junto a Elizabeth Taylor. Ambos encarnan magistralmente a un joven matrimonio en crisis, Brick y Maggie. Su trabajo fue justamente reconocido con sendas nominaciones al Óscar -la película contó con un total de seis- y el duelo interpretativo que mantienen figura, con mérito propio, en los anales de la historia del cine.
Dirigida por Richard Brooks, está basada en una obra del dramaturgo Tennessee Williams y retrata con tino las consecuencias de la codicia en una familia adinerada. Destaca por sus buenas interpretaciones y diálogos.
Paul Newman (1925-2008), ha sido uno de los actores más grandes y admirados de la historia del cine (seis nominaciones al Óscar, Óscar honorífico en 1985 y al mejor actor en 1986 por su papel en El color del dinero). Auténtica estrella del firmamento cinematográfico, también ejerció con acierto como guionista, director y productor. No obstante, su vida no giró exclusivamente en torno al séptimo arte, pues fue un padre de familia ejemplar, hombre de gran conciencia y compromiso social activo, así como deportista consumado; dueño de una escudería de competición automovilística, llegó a pilotar en las míticas 24 horas de Lemans.
En su dilatada carrera, protagonizó películas tan emblemáticas como El largo y cálido verano, Éxodo, El buscavidas, Dulce pájaro de juventud, El premio, Harper investigador privado, Cortina rasgada, La leyenda del indomable, El golpe, El coloso en llamas, Con el agua al cuello, Veredicto final, El color del dinero o Camino a la perdición.
Género: Drama. Año: 1958. Director: Richard Brooks. Principales intérpretes: Elizabeth Taylor y Paul Newman. Público apropiado: Adultos.
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