Jack Stanfield (Harrison Ford) es especialista en seguridad informática. Ha diseñado los más efectivos sistemas antirrobo para defender el banco en que trabaja. Pero alguien observa todos sus movimientos y tras conocer hasta el mínimo detalle de la vida de Jack, toma a su mujer e hijos como rehenes. Los secuestradores tienen un plan: obligarlo a robar 100 millones de dólares aprovechando sus conocimientos del sistema.Harrison Ford vuelve a demostrar todo el carisma, fuerza y talento interpretativo que le han convertido en uno de los héroes más atractivos de la pantalla. Es un maestro a la hora de dar vida a este tipo de personajes y, francamente, lo borda; se come la pantalla y eclipsa al resto del reparto.
La película tiene un ritmo frenético, atrapa desde el inicio y nos lleva sin respiro hasta el desenlace que, por otra parte, resulta bastante previsible. Pero no importa, tenemos garantizados 100 minutos de entretenimiento de alto voltaje. Además, el tema de fondo puede servir para plantearnos las "posibilidades reales" que la delincuencia informática pudiera tener frente a los sistemas de seguridad y su vulnerabilidad. Destacamos, igualmente, cómo el protagonista antepone claramente la familia a cualquier otra cuestión, por delicada o difícil que pudiera resultarle.
Dirección: Richard Loncraine. Género: Thriller. Año: 2005. Público adecuado: jóvenes. Duración: 105 minutos.
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