El último film de Robert Redford puede despertar a priori cierto recelo. Ambientado tras la Guerra de Secesión, La conspiración comienza su narración con el asesinato de Abraham Lincoln y centra su atención en el cuestionable juicio mediático consiguiente. Sin embargo, lejos de dotar a su discurso de un patriotismo ramplón y manido, Redford confiere a su propuesta una sobriedad y contención admirables. Siempre crítico con las pautas de actuación del gobierno estadounidense, el cineasta otorga al film una inusitada contemporaneidad. Conmovedora, contenida, inteligente y audaz. Fila Siete.
Esta película se inscribe dentro de ese delicioso subgénero que es el cine de juicios, y lo hace brillantemente, con un estilo narrativo muy clásico y con unos actores excelentes. La banda sonora de Mark Isham es excelente, como el trabajo fotográfico, caracterizado por una persistente atmósfera polvorienta en los interiores. “La conspiración” ofrece una reflexión interesante sobre el Estado de derecho, los límites del poder y la siempre pantanosa justicia humana. Pero no lo hace desde fáciles maniqueísmos entre buenos y malos, sino tratando de mostrar la complejidad de los puntos de vista, sin abandonar el terreno ético. J.O. (COPE).
Vibrante cine histórico encuadrable también en el atractivo subgénero del drama judicial, dirigido con estupendo clasicismo por Robert Redford. El film tiene la virtud de tener muy bien trenzadas las distintas subtramas, de saber crear intriga acerca de cuál será el veredicto, de ser emotivo respetando al mismo tiempo al espectador sin baratos trucos sensibleros. Se trata de la primera producción de The American Film Company, una compañía que tiene el loable propósito de abordar cine histórico, porque al decir de uno de sus responsables "la realidad supera la ficción no solo porque es más sorprendente sino también más interesante". Decine21.