8 de junio de 2011

BAMBI CONTRA GODZILLA. David Mamet. Alba Editorial.

Con su fino sentido del humor, David Mamet, creador iconoclasta, pone en tela de juicio el papel de la crítica cinematográfica contemporánea y el fenómeno de la audiencia. Un título editado en Estados Unidos que, de forma simultánea, Alba Editorial puso al alcance del lector español.

Contraportada

Con su personalidad indiscutible, David Mamet conoce como nadie cuáles y cómo son los requisitos y las cortapisas que permiten -o impiden- hacer carrera en Hollywood. En el laberinto del sistema de estudios, entre las imposiciones y cálculos de los productores, la adulación que exigen los ejecutivos o las estadísticas equívocas de los estudios de audiencia, un cineasta corre el riesgo de perderse y olvidar que la intuición, la improvisación, el ingenio in extremis y la fuerza dramática son elementos esenciales del arte cinematográfico y los únicos, por añadidura, capaces de cautivar al público, ese "grupo dispuesto a suspender sus facultades racionales". Bambi contra Godzilla ofrece una mirada privilegiada a la industria del cine desde dentro, y constituye una guía temeraria e irresistiblemente sarcástica para orientarse en ese proceloso mundo. Productores, directores, guionistas, actores, jefes de casting y críticos pueden encontrar aquí, además de su merecido, un sinfín de útiles consejos para la supervivencia de su oficio y de su especie, quizá no tan distintos a los que ya diera Aristóteles en su Poética o Sun Tzu en su Arte de la gerra, e igualmente válidos -asómbrense- para la caza del pato. Mamet habla siempre desde la experiencia, y ése es un valor irreemplazable.

David Mamet nació en Chicago en 1948, en el seno de una acomodada familia judía. Estudió en el Goddad College de Vermont y en la escuela de teatro Neighborhood Playhouse de Nueva York. Fundó la Atlantic Theater Company, que gestiona dos teatros en el off-Broadway y una escuela de arte dramático. Ha destacado como dramaturgo, director y guionista de cine. Como guionista, su primer trabajo fue el libreto de El cartero siempre llama dos veces (1981), al que seguirían obras emblemáticas como Veredicto final, Los intocables o La cortina de humo. En su faceta de director, no podemos dejar de mencionar El caso Winslow (1999).


Fuentes: Alba Editorial.

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