En la barra del bar de un hotel, Salva y Carmelo se preguntan cómo han caído tan bajo. Antes eran empresarios imprescindibles, ahora tienen que arrastrarse para lograr que un gran cliente americano les salve del inminente despido. La película ganó el premio de la crítica y la Biznaga de oro al actor para Antonio Dechent en el pasado Festival de Cine Español de Málaga. Xavi Puebla pretende retratar con la mayor objetividad posible los cadáveres vivientes y asesinos sin piedad que la crisis genera diariamente. Para ello cuenta con un lenguaje muy minimalista, casi de cine negro: silencios, miradas, caladas de un cigarro, frases que se quedan en una atmósfera tensa e irrespirable. Fila Siete (3,5/5)
Con un regusto agridulce recibimos “A puerta fría”, el nuevo largometraje de Xavi Puebla. La parte dulce: es una película fabulosa, sin más. La parte amarga: que probablemente ─bueno, seguro, en realidad─ estemos ante un nuevo ejemplo de cine invisible para el espectador. Quien tenga oportunidad de verla, que no la deje escapar. Un infierno a plena luz... una metáfora, nada sutil, de una sociedad infecta. Por eso el director no necesita más recursos que su cámara, que usa prácticamente a modo de ojo documental, apoyada en un buen sonido directo y unas estupendas fotografía y edición. J.A. (LaButaca) (8/10)
Xavi Puebla insiste en la deshumanización de los ambientes laborales en A puerta fría. Su tono es pesimista y puntualmente sórdido, con una visión muy desencantada de la crisis económica y moral que atenaza a los países occidentales. De todas formas, el guión enriquece su discurso crítico con más elementos dramáticos de interés, desplegados con buen ritmo a través de situaciones y diálogos sustanciales que permiten el lucimiento de todo el reparto. Destacan, sin duda, Antonio Dechent y María Valverde. No es la maravilla de las maravillas, pero es contundente, está por encima de la media. J. J. M. (Cope) (6/10)
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