Olivier Marchal logra al cuarto intento un thriller poderoso, parcialmente basado en hechos reales. La historia de una banda criminal, la de los Lioneses, tiene en su líder el eje dramático. Edmon Vidal, un gitano francés, lleva un tiempo retirado, después de años de atracos, asaltos y pasos por la cárcel. Cuando su mejor amigo y compinche del pasado es detenido, se siente obligado a ayudarle. La película está muy bien interpretada y se ha rodado con esmero. Lo venimos diciendo desde hace tiempo: el cine francés no tiene nada que envidiar al mejor cine norteamericano en el género negro o polar, como se quiera llamar. Fila Siete. (3,5/5)
El director de este vigoroso thriller es el curtido Olivier Marchal, actor y cineasta francés que comenzó su carrera profesional como inspector de policía, y que luego se ha convertido en un experto en películas y series policíacas. Lo bueno de esta cinta es que, siendo poco original, bastante violenta y puro género, da prioridad a los conflictos morales y dramáticos de los personajes, gracias a unos actores descomunales, como Gerard Lanvin. La cinta recuerda mucho a “El Padrino”, no sólo por ciertas situaciones, sino por su exaltación de los códigos de la lealtad y del honor. J. O. (Pantalla Grande). (7,5/10)
Fuente principal del film es el libro escrito por el propio Edmon Vidal, alias Momon, “Por un puñado de cerezas”, que alude a cómo su carrera fuera de la ley empezó por un robo menor, castigado con desmesura por motivos raciales. Además del referente claro de la obra de Francis Ford Coppola -los saltos temporales en la narración, el fatalismo que impide a Momon llevar una vida normal, y le empuja a hacer daño a las personas que quiere, el sentido de familia, honor y lealtad...-, manejado con personalidad, también parecen haber influido títulos sobre criminales recientes en Francia como Un profeta. DeCine21. (7/10)
Fuente principal del film es el libro escrito por el propio Edmon Vidal, alias Momon, “Por un puñado de cerezas”, que alude a cómo su carrera fuera de la ley empezó por un robo menor, castigado con desmesura por motivos raciales. Además del referente claro de la obra de Francis Ford Coppola -los saltos temporales en la narración, el fatalismo que impide a Momon llevar una vida normal, y le empuja a hacer daño a las personas que quiere, el sentido de familia, honor y lealtad...-, manejado con personalidad, también parecen haber influido títulos sobre criminales recientes en Francia como Un profeta. DeCine21. (7/10)
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