Gary Ross (Seabiscuit) lleva a las pantallas el fenómeno editorial creado por Suzanne Collins. El argumento de Los Juegos del Hambre es tan oscuro como brutal y amenazadoramente cercano. Una competición televisada entre 24 adolescentes en el que sólo puede sobrevivir uno de ellos. Unos juegos que conectan con lo más turbio de la naturaleza humana: el afán de poder y dominio, la codicia, la fascinación que puede producir la violencia, la curiosidad que despierta la explotación del morbo. Todo muy bajo, muy ruin, muy primario, pero también muy reconocible. Fila Siete. (3/5)
Ross sale airoso del desafío gracias al buen reparto con que ha contado y a una fluida y densa puesta en escena, de agitada planificación y con un montaje muy fragmentado. El conjunto es bastante espectacular, pero da siempre primacía a los conflictos dramáticos y morales. En este sentido, la película es muy fiel al libro, también en su exaltación de la libertad, la conciencia, el amor, la caridad, la compasión y el instinto maternal, y en sus certeras críticas a la tiranía, la televisión basura y, en general, a la sociedad hedonista, deshumanizada e insolidaria que describe, no tan alejada a la existente hoy día en los países desarrollados. J. J. M. (Pantalla Grande). (7/10)
La película tiene muchas virtudes. Una, no pequeña, es la de ser tremendamente entretenida. Y otra, muy destacable, es la de invitar a los adolescentes, espectadores potenciales del film, a no caer en el adocenamiento de una sociedad aborregada que les impone ciertas reglas del juego. La protagonista, encarnada por esa magnífica actriz que es la joven Jennifer Lawrence, se esfuerza en ser dueña de su destino: se sacrifica por su hermana, desafía a los organizadores de los juegos con salidas inesperadas, y una vez es dejada a su suerte con otros 23 contendientes, “juega” con las reglas que le dicta su conciencia. DeCine21. (6/10)
La película tiene muchas virtudes. Una, no pequeña, es la de ser tremendamente entretenida. Y otra, muy destacable, es la de invitar a los adolescentes, espectadores potenciales del film, a no caer en el adocenamiento de una sociedad aborregada que les impone ciertas reglas del juego. La protagonista, encarnada por esa magnífica actriz que es la joven Jennifer Lawrence, se esfuerza en ser dueña de su destino: se sacrifica por su hermana, desafía a los organizadores de los juegos con salidas inesperadas, y una vez es dejada a su suerte con otros 23 contendientes, “juega” con las reglas que le dicta su conciencia. DeCine21. (6/10)
0 comentarios :
Publicar un comentario