Hace unos años, los realizadores Eric Toledano y Oliver Nakache vieron un documental sobre la historia de un tetraplégico llamado Philippe y su cuidador. De ahí surgió la idea de llevar esta historia a la ficción. Eso sí, Philippe impuso una única condición: contarla en tono de comedia. Esta premisa no fue difícil de cumplir para estos amantes del género, que ya habían escrito dos comedias anteriormente: Aquellos días felices (2006) y ...Y tan amigos (2005). El tono tierno y el humor amable de situaciones cotidianas vuelve a presentarse como característica del quehacer de estos realizadores. Intocable es una historia de amistad bastante fiel a los hechos que relata. Fila Siete.
Philippe es un multimillonario parisino que ha quedado tetrapléjico tras un accidente de parapente. Contrata como enfermero y cuidador a Driss, un senegalés barriobajero y delincuente que supone el contrapunto existencial que Philippe buscaba. De su atípica relación va surgiendo una amistad que les va a humanizar paulatinamente a los dos. A pesar de su optimismo antropológico, la película es muy francesa en su relativismo y en su ausencia de reflexión sobre el sentido de una vida amputada. Sin embargo, propone el amor como sanación, alaba la responsabilidad sobre la propia vida y exalta el valor de la diferencia. J.O. (Pantalla Grande).
Aciertan los autores en su dibujo de "la extraña pareja", saben darnos en el momento justo la información que necesitamos de los personajes, la viudez de Philippe, su hija adolescente, su amor platónico, y la complicada familia de Driss y el modo en que llegó a Francia. Domina en la narración el tono ligero, estamos ante una película desengrasante. La química entre François Cluzet y Omar Sy es perfecta. Las bromas son en general elegantes, tienen estilo, aunque no falte alguna frivolidad acorde a la visión de la sexualidad dominante en la actualidad. DeCine21.