1 de diciembre de 2010

LA GUERRA DE LOS MUNDOS (2005). Steven Spielberg. Ciencia-Ficción. Jóvenes. ***

Tom Cruise es Ray Ferrier, un descargador de muelle, divorciado y padre nada modélico. No tiene mucho contacto con su ex ni con los dos hijos que tuvieron en común: el adolescente Robbie y la pequeña Rachel, que viven con la madre y su nuevo marido.  Una mirada al interior de la casa de Ray, en la que reina el caos, basta para hacerse una idea del tipo de vida que lleva: despreocupada e irresponsable. Cuando menos lo espera, recibe la visita de la que fue su esposa para dejarle a los chicos durante el fin de semana, pues debe viajar a Boston con su marido para una cuestión familiar.

Poco después de marcharse la madre y quedarse a solas con sus hijos, sin saber muy bien qué hacer con ellos, estalla una tremenda e inesperada tormenta eléctrica. Picado por la curiosidad sale a la calle y, en un cruce cercano, Ray es testigo de un acontecimiento que trastocará su vida, obligándolo a tomar decisiones en las que deberá tener en cuenta a alguien más que a sí mismo. Una enorme máquina de tres patas emerge del suelo y antes de que los curiosos puedan reaccionar, arrasa todo lo que está a su alcance. Un día como otro cualquiera, de forma inesperada, acaba convirtiéndose en una fecha históricamente fatídica: el primer ataque alienígena contra la Tierra. Ray corre en busca de los chicos para alejarlos del peligro, pues rápidamente se da cuenta de que aquello no es ninguna campaña publicitaria ni ningún gran espectáculo, y se lanza a un viaje que les llevará por un país devastado, atrapados entre la marea humana de refugiados que huyen de un indestructible y letal ejército extraterrestre de Trípodes gigantes. Pero por mucho que corran, no hay ningún sitio donde refugiarse, tan sólo la voluntad indomable de Ray para proteger a sus seres queridos.

La nueva y electrizante versión del clásico de H. G. Wells, La Guerra de los Mundos, es una aventura repleta de acción y explosivos efectos especiales. Puro entretenimiento que, con un gran despliegue de medios, consigue su propósito: distraer y hacer pasar un buen rato a los aficionados al cine de catástrofes con las oportunas dosis de suspense.

Lo más carácterístico de la puesta al día de esta conocida historia viene marcado por dos cuestiones: un uso intensivo de las nuevas tecnologías cinematográficas al servicio de la espectacularidad de las escenas de acción, y el trío protagonista, un padre divorciado y sus dos hijos que, coyunturalmente, pasan el fin de semana con él cuando se desencadena el ataque alienígena. En  este segundo aspecto reside el único interés humano de la historia: ver cómo un hombre irresponsable y despreocupado asume, a pesar de sus limitaciones y egoísmos, la heróica misión de salvar a su prole. Eso es todo. No hay que buscar mucho más, salvo quizás, la llamada de atención sobre el modo en que hemos edificado nuestra civilización, basada en una confianza ciega en la tecnología, sin pensar en las consecuencias que, por ejemplo, un fallo generalizado en el suministro eléctrico podría causar.


Está dirigida por Spielberg e interpretada de forma correcta por Tom Cruise, Dakota Fanning y Tim Robbins en un interesante papel. Prueba de que son los aspectos técnicos de la película los más destacables, es que se hizo con tres Nominaciones a los Oscar en las que se valoran estos apartados -Mejor Sonido, Edición de Sonido y Efectos Visuales-.

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