Un Rambo del XIX en la montaña sagrada de Montserrat. CINEMANÍA.
Cuando la máquina de guerra más perfecta de la historia descubre que su primera derrota se debe a un joven montañés, hijo de un carbonero, que con su redoble de tambor sembró el pánico entre sus tropas, Napoleón no puede soportar la humillación. Está decidido a que la cosa no quede así y envía a seis mercenarios curtidos en mil batallas con una sola misión: darle caza en las montañas de Montserrat y cortarle la cabeza como escarmiento.
Cuando la máquina de guerra más perfecta de la historia descubre que su primera derrota se debe a un joven montañés, hijo de un carbonero, que con su redoble de tambor sembró el pánico entre sus tropas, Napoleón no puede soportar la humillación. Está decidido a que la cosa no quede así y envía a seis mercenarios curtidos en mil batallas con una sola misión: darle caza en las montañas de Montserrat y cortarle la cabeza como escarmiento.
Tras asesinar a sus seres queridos, el cruel grupo se lanza en su búsqueda en los lugares más recónditos de la montaña sagrada. El joven, al que llaman Bruc por el lugar donde tuvo lugar la victoriosa emboscada, deberá luchar solo para sobrevivir y vengar a su familia. Se convierte así en un símbolo de libertad y esperanza para su patria.
Película española de acción y aventuras que engancha al espectador desde sus primeros compases y ya no lo suelta hasta los créditos finales. Daniel Benmayor nos ofrece un cine de género muy bien realizado, hasta el punto de no parecer español. Siento decir esto, pero es así. No estamos acostumbrados a que nuestros cineastas se sacudan complejos y esclavitudes ideológicas y ofrezcan un film ameno y libre de servidumbres.
En el papel protagonista encontramos a Juan José Ballesta, al que da cumplida réplica el actor francés Vincent Pérez. Un impecable diseño de producción y los magníficos parajes naturales en que se desarrolla la acción son dos alicientes adicionales.
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