9 de agosto de 2010

NO HAY NADIE EN CASA. Dubravka Ugresic. Crónicas Anagrama.

Libro incatalogable, en el que su autora mezcla todo tipo de géneros para darnos su particular visión de occidente, hoy y ahora. Es ameno, fácil de leer y muy variado. Su visión políticamente incorrecta de los acontecimientos de la antigua Yugoslavia, de la inmigración, del turismo de masas, de Amsterdam, de la literatura y de muchos otros temas de rabiosa actualidad, es muy refrescante. Se agradece que un escritor, escritora en este caso, se atreva a desafiar convenciones y muestre la arrogancia de pensar por sí misma. Su punto de vista, en muchos temas, se aleja de los lugares comunes que casi nadie discute y presenta una perspectiva ciertamente enriquecedora. Es una lástima, sin embargo, que en algunas cuestiones -religión o aborto, por ejemplo-, muestre una simpleza que raya en lo ridículo. Aquí se pliega a rancios convencionalismos y no se molesta lo más mínimo en reflexionar con la audacia y valentía que muestra en otros asuntos.

Contraportada

No hay nadie en casa es un seductor híbrido de géneros, compuesto de artículos, de viñetas y ensayos, de relatos de lo vivido y de lo pensado, un vasto paseo por literaturas, vidas, ciudades e ideologías. Agudo, inteligente, conmovedor en ocasiones, se lee con la rapidez y la avidez de las grandes novelas. Todo un mundo, familiar y extraño a la vez, se despliega en este libro pleno de iluminaciones reveladoras, de perspectivas únicas sobre la literatura, la geopolítica, el Este y el Oeste. Porque Ugresic es una escritora que no se pone límites ni se fija coordenadas; que explora todo el espectro y maneras de nuestro existir, desde la vida en el exilio a la vida en prisión, desde las hordas de turistas con sus mochilas y sus botellas de agua mineral hasta los festivales de Eurovisión y los premios literarios, desde la fama a la esclavitud, y que tiene un ojo más que clínico para las contradicciones, las paradojas, las falsas verdades, las realidades curiosas. Un ojo clínico -y crítico- que nunca falla al descubrir lo que ocultan los usos comerciales y las costumbres, lo trágico, lo insólito, lo cómico de la cotidianeidad. Anagrama.

Dubravka Ugresic

Nació en 1949 en Zagreb (Croacia) y se exilió en 1993 por motivos políticos. Actualmente reside en Holanda. Ha obtenido numerosos premios por sus ensayos y novelas, como el Prix Européen de L'Essai Charles Veillon en 1996, el Heinrich Mann en 2000 o el Premio Feronio en 2004. Anagrama.

No hay nadie en casa. Dubravka Ugresic. Anagrama (2009). Traducción del croata de Luisa Fernanda Garrido Ramos y Tihomir Pistelek. 363 páginas

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