CINE. 1963
El maestro Stanley Donen (Cantando bajo la lluvia, Siete novias para siete hermanos, Un día en Nueva York, Dos en la carretera..) consigue un perfecto equilibrio entre intriga, comedia y romance. La película no defrauda en ningún aspecto. Es un privilegio poder ver juntos a Cary Grant y Audrey Hepburn y ¡qué decir de la música!, cuyo tema principal es una pieza inolvidable del gran Henry Mancini. Está repleta de momentos mágicos.
Los dos protagonistas fueron candidatos a los Globos de Oro y el guión fue galardonado con el Premio Edgar de los escritores de misterio americanos.
Una mirada femenina:
Deliciosa película en la que no quieres ausentarte ni un momento de la pantalla de la tele, te quedas clavada y demoras despegarte para ese tema que aguarda. El cóctel de romanticismo, comedia e intriga resulta excelente, muy ágil y te mantiene interesada.
El productor y equipo de dirección aciertan con el reparto, regalándonos el trabajo conjunto de dos protagonistas con clase. Cary Grant y Audrey Hepburn interpretan con maestría y desenfado, dejando entrever la buena relación que existía entre ellos. Es una lástima que Hepburn no hubiera nacido 20 años antes para que, ni en esta ocasión con Grant ni en otras con G. Peck, H. Bogart, F. Astaire, etc., sus galanes parezcan más su padre que su enamorado, con lo que la relación pierde fuerza.
La musa de Givenchy luce con su característico estilo un vestuario elegante. Con seguridad, la mujer del siglo XXI agradecería que los diseñadores contemporáneos propusieran una moda que, como en Charada, resaltase la imagen más encantadora y atractiva de “cada protagonista de su propia vida”.
Por todo ello y por la buena ambientación, que nos hace saborear los mejores rincones de París, quedan ganas de volver a ver esta película. I.D.
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1 comentarios :
Totalmente de acuerdo contigo.
Para mí es sin duda una de las mejores películas de la historia del cine.
Salu2
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