Ry Cooder y Wim Wenders se conocen desde hace 20 años. Cooder compuso la música de algunas de sus películas como Paris, Texas y El final de la violencia. Durante el rodaje de ésta última, Cooder completamente entusiasmado, hablaba constantemente con Wenders sobre su viaje a Cuba y la grabación de un disco con viejos músicos cubanos algunos ya en el olvido. Más tarde apareció el disco con el título "Buena Vista Social Club", convirtiéndose en un éxito mundial; se vendieron millones de copias y fue galardonado con un Grammy.
Este documental recoge de modo admirable las vicisitudes de dicha grabación. Pero no se conforma con relatar los acontecimientos que la hicieron posible y sus pormenores, va mucho más allá. Aunque el argumento es mínimo, ni falta que le hace. La imagen basta para retratar a unos personajes singulares, llenos de generosidad y humanidad, imagen viva de la grandeza del hombre y de las miserias a que conducen las ideologías convertidas en religión. La cámara basta para mostrarnos Cuba en su realidad más íntima. En este sentido, no me resisto a citar unas palabras de nuestro admirado P. A. Urbina: "Buena Vista Social Club no tiene una historia con argumento, y hace llegar más hondo Cuba con su historia, su vida, La Habana, su música y su alma en ella..., lo que ha sido, su grandeza, lo que es y perdura... Su gente... Música Cubana como un río..."
Con este magnífico trabajo de Win Wenders, que optó al Oscar, están de suerte los aficionados a la música cubana y a sus ritmos pegadizos. El documental va repasando el extenso repertorio de estos artistas que la situación política y social de su país había condenado al ostracismo y el olvido. Además, causa admiración ver a esta gente, con motivos más que sobrados para estar resentidos y que, sin embargo, no muestran en ningún momento afán de revancha, ni se aprovechan de la oportunidad que les brinda la cámara para reinvindicarse a sí mismos. Generosidad, humildad y sencillez son virtudes que se les podría aplicar con justicia a estos músicos olvidados. Bueno..., ahora algo menos olvidados gracias a este estupendo trabajo que gustará a cualquier persona con un mínimo de sensibilidad.
Año de producción: 1999. Dirección: Win Wenders. Duración: 101 minutos. Público: jóvenes. Género: documental, musical. Más información: decine21.com.
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