Richard Donner
Thriller
A las 8:02 de la mañana, el detective de la policía de Nueva York Jack Mosley recibe una misión aparentemente sencilla. El delincuente Eddie Bunker está citado para testificar ante un gran jurado a las 10 en punto y le debe trasladar de la celda al juzgado, a 16 manzanas de distancia. Cuando Jack, que tiene serios problemas con el alcohol, mete a Eddie en el asiento trasero de su coche no se da cuenta de que le sigue una furgoneta. Jack decide parar en una tienda de licores para comprar el desayuno. De repente Eddie, que espera en el interior del coche, se encuentra con una pistola apuntando a su cabeza. En un segundo, el sencillo viaje al centro de la ciudad se convierte en una pesadilla.
Intenso thriller que no da respiro al espectador. Te engancha y ya no te suelta hasta el final. Richard Donner y Bruce Willis, director y protagonista principal, saben bastante de ésto, no en vano se trata del realizador de Arma Letal y, en cuanto a Willis, lo hemos visto en bastantes papeles más o menos similares. Aunque ciertamente la trama transcurre según lo previsto y hay que dejarse llevar por la historia sin cuestionarse mucho sobre su verosimilitud, hay lugar para la sorpresa y, como decíamos, engancha, mantiene despierto y no sólo no aburre, sino que la tensión es constante y va a más a medida que avanza la película. Por otra parte, me parece acertado que el compañero de fatigas de Jack Mosley (Willis), Eddie Bunker (Mos Def), sea un tipo bastante peculiar que, con sus saludables ocurrencias llenas de humor, de un respiro al espectador y oxigene la trama.
La acción no decae en ningún momento, con secuencias tan espectaculares como la huida a todo trapo en autobús por las calles de Nueva York, perseguido por fuerzas de seguridad de todo tipo. Las interpretaciones son correctas y, como telón de fondo, la corrupción que conduce a un callejón sin salida, llevando a quien se deja arrastrar por ella a una espiral de actos cada vez más deleznables, en un círculo vicioso del que es muy difícil escapar. Sin embargo, la película muestra que sí hay salida, aunque ello pueda requerir una actitud heróica y, en este sentido, está claramente abierta a la esperanza. ¡Qué fácil es dejarse caer por la pendiente y qué difícil, por el contrario, escalar día a día la pendiente del cumplimiento fiel de nuestras obligaciones, asumiendo la responsabilidad de nuestras decisiones libremente adoptadas! La libertad sin asumir la responsabilidad de nuestras acciones es un fraude y una corrupción intolerable.
"(...) Ciertamente el veterano cineasta, que ya pasa de los 70 años, narra con fluidez, se luce en las secuencias de acción, y compone un thriller sin pretensiones, de argumento calcado a Ruta suicida de Clint Eastwood. La fotografía, de aspecto arenoso, recuerda en cierta medida a los documentales, y busca el aspecto realista (...)" decine21.com
"(...) Tiene acción, momentos divertidos, buenos sentimientos (se pasan 4 calles en el desenlace y 32 en la parte del bus) y no se les va la mano en la violencia (...) Pero bueno, pasas el rato. No todo va a ser arte y ensayo (...)" Alberto Fijo (Fila Siete)
"(...) La calidad de 16 Blocks prueba una de las virtudes del cine americano: ofrecernos como novedad lo que ya nos ha servido decenas de veces (...) La lección moral de la película va más allá -y de forma sicológicamente verosímil- de la defensa de la justicia, puesto que comporta una especie de examen de conciencia del protagonista sobre su propia conducta (...)" Jorge Collar (Revista Nuestro Tiempo, nº 622)
Dirección: Richard Donner. Año: 2006. País: Estados Unidos. Principales intérpretes: Bruce Willis, Mos Def, David Morse. Género: Thriller. Público: Jóvenes.
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