Robert Lorenz lleva casi toda su vida profesional al lado de Clint Eastwood y, dice el actor, muchas veces hablaron del día en que se pondría a dirigir. Ese día llegó y Eastwood se puso a sí mismo y su productora a sus órdenes. Conviene decir que se trata de una película de Lorenz, no de Eastwood, en la que cuenta una historia sencilla y humana, no una de épica deportiva tipo Million Dollar Baby, ni siquiera, aunque se le pueda ver algún parecido, tipo Moneyball; se trata de la historia de un padre y una hija que quieren reencontrarse, y no les resulta fácil, y el beisbol es el telón de fondo... Fila Siete (3,5/5)
“Golpe de efecto” está en la línea de evolución hacia el optimismo del último cine de Clint Eastwood. Un optimismo que, sin ocultar los traumas de los personajes —algunos, muy fuertes—, encuentra razones de esperanza en la capacidad redentora del amor, de la apertura generosa a los demás, tanto en el ámbito familiar como en el afectivo. Todo ello, cuestionando con inteligencia y buen humor la moral individualista y materialista del triunfo a cualquier precio, y elogiando la dimensión social del trabajo bien hecho. Muy en la línea de Moneyball, otra buena película reciente sobre béisbol. No son pocos alicientes para los tiempos que corren. J. J. M. (Cope). (7/10)
En algunos aspectos la trama es políticamente incorrecta para la cultura dominante, pues exalta la veteranía frente a la juventud arrogante, las oportunidades en la tercera edad, o hace bromas con ciertas comidas que bastantes “expertos” considerarían poco saludables. De todos modos, que nadie piense que Golpe de efecto es una película autocomplaciente con la ancianidad, pues muestra cómo manías y rarezas se acentúan, y entre los jóvenes no deja de mostrar algunos muy válidos... Pero sobre todo domina la idea de que en esta vida, por muy modernos y tecnológicos que seamos, hay que saber ver en los demás personas... DeCine21. (6/10)
En algunos aspectos la trama es políticamente incorrecta para la cultura dominante, pues exalta la veteranía frente a la juventud arrogante, las oportunidades en la tercera edad, o hace bromas con ciertas comidas que bastantes “expertos” considerarían poco saludables. De todos modos, que nadie piense que Golpe de efecto es una película autocomplaciente con la ancianidad, pues muestra cómo manías y rarezas se acentúan, y entre los jóvenes no deja de mostrar algunos muy válidos... Pero sobre todo domina la idea de que en esta vida, por muy modernos y tecnológicos que seamos, hay que saber ver en los demás personas... DeCine21. (6/10)
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