RELATOSEn la época más oscura del estalinismo, cuando la libertad de expresión no existía, Mijaíl Zóschenko y otros autores como Ilf y Petrov ("Las doce sillas") recurrieron al humor para reflejar la triste realidad soviética. LLegó a ser muy popular y, alcanzado éxito y fama, fue objeto de una atenta vigilancia por parte del régimen.
Sus relatos se erigieron en válvula de escape para un público al que no le quedaba otra alternativa que reírse de sí mismo. Su atenta observación de la realidad y la capacidad para detectar los aspectos dignos de risa de la sociedad en que vive, convierten la lectura de estos episodios en un divertido acercamiento a la Unión Soviética y a una época felizmente pasada.
Ante la terrible realidad del absurdo comunista una serie de autores, incorformistas y geniales, recurrieron al sentido del humor como única vía de expresión posible. Esta recopilación recoge una serie de relatos escritos por Zóschenko entre 1923 y 1956. De gran variedad temática, amenos, divertidos y corrosivos, merecen una lectura atenta.
Mijaíl Mijáilovich Zóschenko (1894-1958), combatió en la Gran Guerra donde obtuvo el grado de capitán. Después, en tiempos de paz, ejerció profesiones diversas antes de recalar en la literatura. En los años 20 alcanzó gran popularidad en su país pero, a pesar de ello, fue objeto de una estrecha vigilancia por parte del régimen, que culminó con su expulsión en 1946 de la Unión de Escritores. Intentó en vano congraciarse con Estálin, siendo represaliado hasta el final de su vida.
Narrativa del Acantilado. Mijaíl Zóschenko. 164 páginas. Junio 2005.
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